BURT MUNRO, OFFERING TO THE GOD OF THE SPEED
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Alex
Burt Munro
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BURT MUNRO, OFFERING TO THE GOD OF THE SPEED
Herbert Munro nació en 1899 en Edendale, un pequeño pueblo situado en Nueva Zelanda.
Le gustaban las motos. Pero se había pasado gran parte de su vida trabajando en la granja de su padre en Invercargill, un pequeño pueblo situado en Nueva Zelanda.
En 1920 había ahorrado lo suficiente para comprar una flamante Indian Scout con una velocidad punta de 89 km/h.
Después de un matrimonio que acabó en divorcio, se vio obligado a tener que vivir en un viejo cobertizo.
Una vez allí, tomó la firme decisión de mejorar las prestaciones de su querida Indian de 1920 para convertirla en la más rápida del mundo.
Dada su escasez de medios, fue realizando los cambios artesanalmente, poco a poco, y aprovechando latas de conservas para el carenado, cucharas, bisagras de puertas, tapones de corcho para rebajar el peso del tapón de gasolina, una vieja manta eléctrica para poder extraer el aislante o plomo derretido de viejas baterías para poder hacer los contrapesos. Pero eso no era nada… el molde de los nuevos pistones eran agujeros hechos a mano en la arena de la playa de su pueblo.
Y poco a poco, pieza a pieza.
Y así, acabada su obra, ni corto ni perezoso, se planta en Estados Unidos en 1962,
con una moto de 1920 y con 63 años de edad, en la Meca de las pruebas de velocidad: el Gran Lago Salado de Utah. En Boneville.
En este lugar es dónde las marcas, ingenieros, Universidades y equipos privados del motor suelen intentar batir los récords mundiales de velocidad.
La imagen tenía que ser impactante para los organizadores. Un hombre de 63 años enfermo del corazón, con una moto de 1920, sin paracaídas para frenar (de hecho no tenía ni frenos de disco),
con una moto sin ningún tipo de homologación, con neumáticos de origen, llantas de radios, soldaduras artesanales, vestido con una simple camisa y con los pantalones de su boda (los de la suerte) metidos por dentro de los calcetines (aerodinámica) que quería inscribirse para batir el récord del mundo de velocidad.
Como era de imaginar, los organizadores de la semana de la velocidad de Salt Flats le dijeron que no era posible:
Había que haberse inscrito meses atrás, la moto no cumplía ni una sola norma de seguridad
(había cubierto los neumáticos con betún para que las grietas de los neumáticos no fuesen detectadas por los comisarios) y no llevaba el equipamiento obligatorio.
Burt no se había venido abajo durante casi 40 años preparando su moto y menos lo iba a hacer ante unos pequeños inconvenientes como aquellos. Si había dejado su Nueva Zelanda natal para venir a Estados Unidos no se iba a ir de vacío.
Gracias a la historia de despropósitos absolutos que le acompañaban se fue granjeando la simpatía y admiración de los probadores e ingenieros del lugar. La presión de los contactos que fue haciendo y el convencimiento de los comisarios de que a duras penas iba ni siquiera a conseguir pilotar la moto abrieron la mano de las reglas y le dejaron hacer una prueba cronometrada.
Cuando Burt se puso su casco y sus gafas de los años 20, se metió sus pantalones de la suerte por dentro de los calcetines y enfiló la casi infinita línea negra trazada en el enorme desierto de sal, nadie de los presentes se esperaba lo que iba a ocurrir en los instantes siguientes.
Burt y su Indian no sólo superaron los 89 kilómetros por hora que alcanzaba la moto de serie.
No sólo superaron los 100 kilómetros por hora. No sólo superaron los 200 kilómetros por hora…
Burt llevó a su Indian, o su Indian llevó a Burt hasta los 288 kilómetros por hora batiendo el récord mundial de velocidad sobre moto.
Burt siguió volviendo los siguientes 9 años a Salt Flats para seguir batiendo récords mundiales de velocidad.
Pero hasta aquí aún no ha llegado lo mejor de la historia.
En 1967, con su vieja Indian Scout elevó el récord mundial hasta los 295,44 km/h. Récord mundial de velocidad que aún no ha podido ser superado hasta el día de hoy por una moto de menos de 1.000 centímetros cúbicos y mucho menos con una moto con 47 años a sus espaldas y mucho menos por un piloto con 68 años.
Y siento deciros que tampoco ha llegado lo mejor de la historia.
A Burt se le llegó a cronometrar oficialmente a 331 km/h en alguna de sus pruebas durante el año 1967 pero no estaban presentes los jueces del récord mundial de velocidad.
Burt murió un 6 de Enero de 1978 a los 78 años de edad.
(Info extraida del blog de Juan Manuel Olmos Suarez)
Se rodó una película sobre sus logros en el 2005 titulada Burt Munro: Un sueño, una leyenda
(título original The world's fastest Indian), protagonizada por Anthony Hopkins y
dirigida por Roger Donaldson.
Le gustaban las motos. Pero se había pasado gran parte de su vida trabajando en la granja de su padre en Invercargill, un pequeño pueblo situado en Nueva Zelanda.
En 1920 había ahorrado lo suficiente para comprar una flamante Indian Scout con una velocidad punta de 89 km/h.
Después de un matrimonio que acabó en divorcio, se vio obligado a tener que vivir en un viejo cobertizo.
Una vez allí, tomó la firme decisión de mejorar las prestaciones de su querida Indian de 1920 para convertirla en la más rápida del mundo.
Dada su escasez de medios, fue realizando los cambios artesanalmente, poco a poco, y aprovechando latas de conservas para el carenado, cucharas, bisagras de puertas, tapones de corcho para rebajar el peso del tapón de gasolina, una vieja manta eléctrica para poder extraer el aislante o plomo derretido de viejas baterías para poder hacer los contrapesos. Pero eso no era nada… el molde de los nuevos pistones eran agujeros hechos a mano en la arena de la playa de su pueblo.
Y poco a poco, pieza a pieza.
Y así, acabada su obra, ni corto ni perezoso, se planta en Estados Unidos en 1962,
con una moto de 1920 y con 63 años de edad, en la Meca de las pruebas de velocidad: el Gran Lago Salado de Utah. En Boneville.
En este lugar es dónde las marcas, ingenieros, Universidades y equipos privados del motor suelen intentar batir los récords mundiales de velocidad.
La imagen tenía que ser impactante para los organizadores. Un hombre de 63 años enfermo del corazón, con una moto de 1920, sin paracaídas para frenar (de hecho no tenía ni frenos de disco),
con una moto sin ningún tipo de homologación, con neumáticos de origen, llantas de radios, soldaduras artesanales, vestido con una simple camisa y con los pantalones de su boda (los de la suerte) metidos por dentro de los calcetines (aerodinámica) que quería inscribirse para batir el récord del mundo de velocidad.
Como era de imaginar, los organizadores de la semana de la velocidad de Salt Flats le dijeron que no era posible:
Había que haberse inscrito meses atrás, la moto no cumplía ni una sola norma de seguridad
(había cubierto los neumáticos con betún para que las grietas de los neumáticos no fuesen detectadas por los comisarios) y no llevaba el equipamiento obligatorio.
Burt no se había venido abajo durante casi 40 años preparando su moto y menos lo iba a hacer ante unos pequeños inconvenientes como aquellos. Si había dejado su Nueva Zelanda natal para venir a Estados Unidos no se iba a ir de vacío.
Gracias a la historia de despropósitos absolutos que le acompañaban se fue granjeando la simpatía y admiración de los probadores e ingenieros del lugar. La presión de los contactos que fue haciendo y el convencimiento de los comisarios de que a duras penas iba ni siquiera a conseguir pilotar la moto abrieron la mano de las reglas y le dejaron hacer una prueba cronometrada.
Cuando Burt se puso su casco y sus gafas de los años 20, se metió sus pantalones de la suerte por dentro de los calcetines y enfiló la casi infinita línea negra trazada en el enorme desierto de sal, nadie de los presentes se esperaba lo que iba a ocurrir en los instantes siguientes.
Burt y su Indian no sólo superaron los 89 kilómetros por hora que alcanzaba la moto de serie.
No sólo superaron los 100 kilómetros por hora. No sólo superaron los 200 kilómetros por hora…
Burt llevó a su Indian, o su Indian llevó a Burt hasta los 288 kilómetros por hora batiendo el récord mundial de velocidad sobre moto.
Burt siguió volviendo los siguientes 9 años a Salt Flats para seguir batiendo récords mundiales de velocidad.
Pero hasta aquí aún no ha llegado lo mejor de la historia.
En 1967, con su vieja Indian Scout elevó el récord mundial hasta los 295,44 km/h. Récord mundial de velocidad que aún no ha podido ser superado hasta el día de hoy por una moto de menos de 1.000 centímetros cúbicos y mucho menos con una moto con 47 años a sus espaldas y mucho menos por un piloto con 68 años.
Y siento deciros que tampoco ha llegado lo mejor de la historia.
A Burt se le llegó a cronometrar oficialmente a 331 km/h en alguna de sus pruebas durante el año 1967 pero no estaban presentes los jueces del récord mundial de velocidad.
Burt murió un 6 de Enero de 1978 a los 78 años de edad.
(Info extraida del blog de Juan Manuel Olmos Suarez)
Se rodó una película sobre sus logros en el 2005 titulada Burt Munro: Un sueño, una leyenda
(título original The world's fastest Indian), protagonizada por Anthony Hopkins y
dirigida por Roger Donaldson.
Burt Munro- Cantidad de envíos : 2
Fecha de inscripción : 03/06/2011
Localización : Invercargill, Nueva Zelanda
Re: BURT MUNRO, OFFERING TO THE GOD OF THE SPEED
Que buena historia.. esto de hacerse una vespa, para mi es como hacerse un tattoo.. o tiene algo de historia detrás, o no tiene ese "porqué" que la hace especial.
Ric, con este tema has dado en el clavo.
No hace falta que te felicite, ya sabes lo que pienso.
Ahora... qué haré yo cuando quiera pintar la mía?? jeje
Ric, con este tema has dado en el clavo.
No hace falta que te felicite, ya sabes lo que pienso.
Ahora... qué haré yo cuando quiera pintar la mía?? jeje
Re: BURT MUNRO, OFFERING TO THE GOD OF THE SPEED
Muy buena la historía estoy esperando a descargarmela ejm ejem a comprarla en el corte ingles para verla, por otra parte Alex yo te doy una idea para la tuya........
https://2img.net/r/ihimg/photo/my-images/171/carsgi.jpg/
https://2img.net/r/ihimg/photo/my-images/171/carsgi.jpg/
Peterone- Cantidad de envíos : 78
Fecha de inscripción : 19/09/2011
Edad : 39
Re: BURT MUNRO, OFFERING TO THE GOD OF THE SPEED
Alex escribió:Que buena historia.. esto de hacerse una vespa, para mi es como hacerse un tattoo.. o tiene algo de historia detrás, o no tiene ese "porqué" que la hace especial.
Ric, con este tema has dado en el clavo.
No hace falta que te felicite, ya sabes lo que pienso.
Ahora... qué haré yo cuando quiera pintar la mía?? jeje
Coincido 100%
vespucelo- Cantidad de envíos : 763
Fecha de inscripción : 08/08/2010
Localización : Arroyo
Re: BURT MUNRO, OFFERING TO THE GOD OF THE SPEED
Pedro Rodríguez Allvarez escribió:Muy buena la historía estoy esperando a descargarmela ejm ejem a comprarla en el corte ingles para verla, por otra parte Alex yo te doy una idea para la tuya........
Jajajajaja, asi me gusta pisando fuerte
Kike- Cantidad de envíos : 1766
Fecha de inscripción : 31/12/2009
Edad : 55
Localización : Cabezón
Re: BURT MUNRO, OFFERING TO THE GOD OF THE SPEED
muy interesante!!! yo me ¨compre¨ la pelicula hace poco y muy buena
nanin- Cantidad de envíos : 234
Fecha de inscripción : 15/10/2010
Edad : 43
Localización : valladolid
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